sábado, 6 de diciembre de 2008

Para qué sirve la Filosofía


La pregunta es ya un claro síntoma de los tiempos en que nos ha tocado vivir y, paradójicamente, pensamiento ella misma; en suma, una pregunta muy filosófica, e incómoda como todas las preguntas filosóficas. Pero es una filosofía que no es el producto sui generis del pensamiento de alguien en concreto, por más que esté en boca de muchos, sino de una época pensándose a sí misma. Es expresión contenida de indolencia, de pragmatismo, de materialismo, del disfrute y la recompensa inmediatas, y de la posposición del esfuerzo. Del compre y disfrute ahora, pague (y trabaje) luego. Quienes la plantean y se la plantean son producto del tiempo: seres plenamente posmodernos, agarrados férreamente al presente.

Por suerte en un mundo así, la Filosofía, sirve para poco. Y es que, desde la perspectiva de la inmediatez, la filosofía no sirve para nada. Aunque desde el punto de vista de lo mediato, pueda servir para todo.

Sobre esta cuestión se ha dicho (o filosofado, si se me permite) mucho. Muy en consonancia con el tiempo en el que estamos, el del pensamiento “express”, otros han dicho que:
La Filosofía no sirve ni más ni menos que para “dar que pensar”.

Pero también me gustan otras dos, una de Gilles Deleuze y otra de Manuel Delgado. Parafraseando a Delgado, diríamos que la Filosofía sirve para confundirnos en aquello que teníamos claro. Después de alguna de sus charlas, Delgado suele preguntar a los asistente si les ha quedado claro; los más atrevidos asienten que no. Los más contenidos dejan entrever manifiesta incomprensión en su rostro; a lo que Delgado les espeta provocadoramente: “Si para algo he venido aquí es para confundirles”. Lo cual sintonizaría con una sentencia del pensador renacentista Francis Bacon, quien afirma que “si uno comienza con certezas, terminará con dudas; mas si acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.”

Deleuze es menos expeditivo, pero no menos tajante:
“Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva, ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve ni al Estado ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para ‘entristecer’. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace ésta una cosa vergonzosa. Sólo tiene este uso: denunciar la bajeza del pensamiento en todas sus formas.”

Aunque a mí la que más me gusta es el mensaje que se oculta tras este fragmento de Unamuno:

"Un nuevo descubrimiento científico, de los que llamamos teóricos, es como un descubrimiento mecánico; el de la máquina de vapor, el teléfono, el fonógrafo, el aeroplano, una cosa que sirve para algo. Así, el teléfono puede servirnos para comunicarnos a distancia con la [persona] amada. ¿Pero ésta para qué nos sirve? Toma uno el tranvía eléctrico para ir a una ópera y se pregunta: ¿Cuál es, en este caso, más útil el tranvía o la opera?

(Miguel de Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida, cap. 1).