martes, 20 de enero de 2009

Comentario de texto: análisis de algún término en el texto


Comprender un texto es también entender lo que el autor dice en él, lo cual implica entender los términos que emplea, algunos de ellos un tanto específicos. Por eso, a veces se pide al alumnado que expliquemos el significado de un término concreto. Para ello podemos seguir el siguiente procedimiento.

A) Leer bien el texto hasta que lo comprendamos. Deberemos saber qué defiende y de qué trata éste.

B) Después, buscar y analizar las palabras que nos piden.

Una vez hecho esto, podemos realizar el comentario. Un modelo que se puede seguir podría ser el siguiente, aunque no es necesario que sea este:

1) Empezar señalando la tesis que defiende el autor en el texto o también de qué trata del texto. Por ejemplo, tomando el texto de La Mettrie de la página 58, podríamos comenzar diciendo que: “En este texto, La Mettrie sostiene que el alma es una entidad material semejante en su naturaleza a cualquier otro órgano corporal.”

2) A continuación indicar la palabra a comentar. Un recurso fácil, aunque a veces puede prestarse a error, es indicar el número de apariciones del término filosófico. Por ejemplo: “El término que nos piden comentar, “alma”, lo encontramos mencionado dos veces en el texto. (Con esto hay que llevar cuidado. Hay sinónimos, pronombres y alusiones implícitas que se nos pueden escapar. Y peor aún cuando se nos escapan las alusiones explícitas. Imagina que la palabra alma aparece dos veces y tú dices que sólo aparece una vez).

3) Ahora se trata de explorar el significado de cada una de las ocurrencias, según es mencionado en el texto. Es decir, clarificar cuál es su significado a partir de lo que se dice. Para ello podemos decir algo como esto. “La primera vez que lo encontramos, en la línea 11, el autor lo concibe como un principio. Lo concibe como principio por su función de gobierno o control de una serie de estados y afectos. Por ejemplo, emociones y pasiones. Pero también tiene del pensamiento, e incluso de todo el movimiento del cuerpo. Es pues una especie de ordenador central de todo el organismo que, como dice en la línea 12, se encuentra radicado en el cerebro, lo cual implica que es distinto de éste”.

Y así vamos comentando cada una de los términos.

“Parte de lo dicho es reforzado en la segunda ocasión en que encontramos el término, al principio del segundo párrafo. Ahí vuelve a insistir en su localización, el cerebro; su naturaleza, material; su carácter motriz; su rango, ser principio de movimiento, su surgimiento y, finalmente, su funcionamiento: puramente mecánico. Sería, pues, el resorte principal del cuerpo o como dice él mismo con una analogía mecánica: “el muelle principal de toda la máquina”.

4) Al final lo que tenemos es una serie de comentarios sobre un término. Con una recopilación del trabajo heurístico realizado podremos ofrecer un significado bastante amplio del término en cuestión. Sin con todo lo dicho no fuera suficiente, y tuviéramos conocimientos de que faltan cosas, siempre podríamos añadirlo, haciendo indicación de ello.

“En definitiva, para La Mattrie el alma. Algo puramente material, sería una parte del cerebro, encargada de dirigir y coordinar toda la vida afectiva, intelectual y motriz de los individuos. Y funcionaría de manera puramente mecánica, como los engranajes de un reloj.
Con todo ello, no vemos en el texto como el resto del organismo interactúa e influye sobre el alma. Por ejemplo, como la información le llega a través de lo sentidos hasta ella.